No hay como evadir el proceso del vivir ceremonial.  Inconscientemente es  reconocido, seguido ciegamente y constituye la gran disciplina de la respiración rítmica de la vida misma.  Nadie sobre esta tierra puede librarse del ritual o ceremonial, porque la salida y la puesta del sol imponen un ritual, el paso de los años, los movimientos y las operaciones cotidianas de la vida, todos imponen un ritmo sobre la humanidad, tanto si es reconocido como si no lo es.  La Deidad Misma trabaja con ritual y está sujeta a los ceremoniales del universo.  Los siete rayos entran y salen de actividad bajo el impulso rítmico y ritualista de la Vida divina.  Así el Templo del Señor es construido por el ceremonial de los Constructores.

Es interesante notar las respuestas de ciertas personas sensitivas a las energías que vienen de aquello que las estrellas decretan, por que por un lado hay un interés creciente en ritual ceremonial de quienes que quizás responden a las energías de los rayos afluyentes de la Nueva Era entrante y, por otro lado, bastante rebelión contra el ceremonial por parte de muchas personas buenas y de intenciones nobles, incluyendo incluso algunos que están en el Sendero, que se consideran como que han desarrollado y trascendido el ritual.  Se enorgullecen de sí mismos por haber obtenido una llamada ‘liberación’, olvidando que es solamente un sentido de individualidad el que permite esta actitud, y que ningún trabajo de grupo es posible sin alguna forma de ritual.  Entonces, la negativa a participar en la uniformidad no es un signo de liberación.

Donde existen rituales, pero donde el significado inherentemente presente está escondido o no es comprendido, habrá, como consecuencia, un espíritu demostrado de carencia de vida, de inutilidad, de cansancio y de falta de interés sobre las formas y las ceremonias.  Pero donde se demuestra que el ritual y las ceremonias organizadas son el custodio de las fuerzas y energías, entonces la idea es constructiva en su realización, la cooperación con el Plan se hace posible, y la meta de todo el servicio divino comienza demostrarse.  Todo verdadero servicio es regido por el ritual, porque está esencialmente motivado por la consciencia grupal.

El Ritmo es lo que realmente marca un ritual.  Ritual es el antiguo medio codificado por el cual la naturaleza atractiva y expresiva de las energías que deben ser empleadas para el servicio son organizadas y relacionadas.

Por supuesto, la energía del séptimo rayo que se manifiesta en ritual no debe ser reducida a su uso presente en conexión con el ritual Masónico o religioso. Su aplicación es más amplia que eso, e incluye todos los métodos de organización demostrados en todas las comunidades civilizadas, tal como en el mundo del comercio, de las finanzas, de las organizaciones comerciales en todas partes, organizaciones ejecutivas y en el gobierno según regla y orden.  Pero nuestra discusión aquí es el ritual ceremonial como un aspecto intrínseco de la Masonería.

Ritual Ceremonial Masónico

Se ha afirmado que en lo que respecta a los rituales ceremoniales con propósitos espirituales, el único ritual que es todavía considerado como de valor específico para la familia humana en su totalidad – particularmente para la persona avanzada – es el Ritual Masónico.  La razón de esto es que es una representación pictórica del proceso de Creación, de la relación entre Deidad y hombre, del Sendero de Retorno y también de las iniciaciones mayores a través de las cuales el iniciado liberado pasa a la Cámara del Concilio del Altísimo.  El trabajo del Taller es simbólico de la organización ritual del universo.  No obstante, la Masonería esotérica más verdadera desarrollará lentamente, pero por medio de la fuerza magnética del séptimo rayo, el crecimiento del trabajo mágico y espiritual está inevitablemente asegurado.

La Ley del Ritmo es la influencia que debe penetrar a todo el trabajo ejecutado por el Taller en el piso del Templo.  Este debería ser el factor motivador cuando se están conduciendo y ejecutando todos los rituales ceremoniales.  La razón de ello es que esta influencia dirige la naturaleza creadora del trabajo Masónico.

Por medio de sus rituales y ceremonias, las Logias son escuelas de entrenamiento para el trabajo creador en forma grupal. La visualización es un agente poderoso en la evocación de la imaginación creadora. El ritual y la Masonería, estando también en el primer y cuarto rayos, ayudan al proceso de visualización y dan color y ejecución de tipo tangible a una actividad interna y subjetiva. Es así que la Masonería, en su sentido verdadero y más alto, es trabajo mágico, pero eso debe ser comprendido como el trabajo del poder creador del alma, trabajando en la sustancia de luz.  Detrás de este trabajo mágico de los rituales yace la influencia de un ritmo establecido que es la ley y la energía que dirige toda uniformidad en el trabajo creador, disipa el desorden, y produce la eficacia espiritual y material mayor. Eso establece una igualdad de vibración en la forma del grupo de constructores reunidos para trabajar, y una receptividad vibratoria uniforme entre los grupos de constructores en los planos externos a través de la cual la energía puede afluir desde los grupos de constructores internos.

Sin embargo, el aspecto creador del trabajo Masónico por medio del ritual puede surgir sólo cuando los miembros reunidos de la Logia logran, establecen y mantienen una actitud mental unificada, sostenida en un punto meditativo de tensión espiritual, en sus labores.

Cuando la naturaleza del ritual rítmico es establecida, y cuando los miembros de la Logia entrenan juntos para producir una unidad de pensamiento, acción, ideales y objetivos, entonces la Logia puede comenzar a trabajar, como un grupo, para la humanidad en su totalidad.  La Logia entonces se convierte en un punto focal para la luz espiritual y sus miembros se convierten en un cuerpo de profesionales conscientes de los Misterios, actuando como agentes de distribución del conocimiento y el poder activo despierto del espíritu inmortal.

Los rituales Masónicos también sirven a un propósito doble:

  1. Estos son el factor unificador para las actividades y pensamientos de los miembros de la Logia que participan en ellos. Mezclan la mente de los muchos en un solo propósito y orientación dirigidos, y las metas y objetivos específicos del grupo concernientes al servicio a ser prestado.
  1. También sirven como un gran agente o fórmula a través de la cual la naturaleza interna y espiritual de los candidatos puede ser despertada y estimulada en tal grado que pueden ser ayudados para alcanzar el próximo grado y ganar el impulso y el ímpetu que los llevará a través de sus pruebas, a pasar de punto a punto, de ubicación a ubicación y de pedestal a pedestal, para así ingresar más profundamente en el Templo de la Luz, con un proceso definido y ordenado.

Pero detrás de todos los esfuerzos de cooperar con la ley del ritmo a través del ritual rítmico – y rigiéndolo en todos sus aspectos – se debe encontrar la ley, la influencia y el propósito motivador del amor.

La actividad rítmica basada en el amor; el trabajo creador basado en un propósito amoroso; la estimulación de nuestros hermanos en todas partes a “buscar el lugar donde se halla la luz”; y una comprensión perfecta de esa vida eterna que siempre será mostrada al verdadero buscador, por que así es la intención amorosa del Altísimo – estos son los poderes motivadores a los cuales aspiramos en nuestro trabajo ritual en la Masonería.

Por esta mezcla creadora y elevación, las Logias sobre la tierra pueden ser elevadas al Cielo y las Logias en lo Alto ser manifestadas en la tierra.

¡Que lo de abajo sea como lo de arriba!